Las Fiestas del Escudo "La Invasión" tratan de recordar la historia de la localidad y sus leyendas, están organizadas y coordinadas por la Hermandad de San Bartolomé, patrón de Cieza y su asociación cultural "Ermita de San Bartolomé", en 2007 estaban incluidas cinco mesnadas (grupos cristianos) y ocho kábilas (grupos moros). Esta fiesta representa a Cieza en la UNDEF (Unión Nacional de Entidades Festeras), y está pendiente de ser declarada de interés Turístico.
Curiosamente, en contraposición al resto de fiestas de moros y cristianos, aquí vence el bando moro.
El comienzo de la fiesta quedó asignado desde 2010 al penúltimo fin de semana de abril, con el homenaje al Escudo de Cieza, honores y santa misa al Patrón de Cieza San Bartolomé, para finalizar con una cena de hermandad entre kábilas y mesnadas. Durante la semana siguiente diferentes actos culturales nos acercan al último fin de semana, para vivir la fiesta sin descanso.
El viernes por la tarde, se inauguran los campamentos cristiano, moro, el mercadillo medieval y la arenga a las tropas moras por medio del Embajador moro, personaje elegido por aclamación de entre los ciezanos que triunfan fuera de nuestra ciudad, o personas que destacan por favorecer el engrandecimiento de las fiestas, hay bailes y cenas de hermandad entre los diferentes grupos, mesnadas y kábilas.
El sábado, todos los festeros se reúnen en la Plaza de San Bartolomé, donde está la Ermita del santo, que es el patrón de Cieza, y la asociación organizadora de la fiesta, y desde allí salen en pasacalle, con sus trajes oficiales, dando un toque festivo y de jolgorio, a su llegada a la Plaza de España, se celebra la "Tronaera", dicho murciano que alude al disparo de una monumental traca aéreo terrestre (mascletá), y terminada esta, vuelven al campamento para dar cuenta de suculentas viandas. En la tarde, tiene lugar el acto central de las fiestas, dicho acto se denomina "La Invasión". Como su nombre indica, se escenifica la incursión árabe que tuvo lugar el 6 de abril de 1477, Domingo de Resurrección. En este acto el personaje de Abu-l-Hassan Alí (Muley Hacén), Rey de Granada, encarnado por un festero, y al frente de las tropas (kábilas), protagonizan parte de historia y parte de leyenda, con un desfile guerrero desde el Puente de los Nueve Ojos (Carretera de Cieza a Mula-Mazarrón), se encaminan hacia la población, al tiempo, y en la ermita, se escenifican los santos oficios de aquel entonces, y es en este último recinto donde comienza la acción, ya que según cuenta la leyenda una muda vio como se acercaban las tropas granadinas y en su afán por avisar, entró al templo y gritó "moros vienen", saliendo los que se encontraban en el templo al encuentro de las tropas moras, el momento esencial es cuando las tropas moras, una vez cruzado el puente, reciben la orden de ataque del Rey granadino y los cristianos, que han bajado hasta el río, se enfrentan a ellos en lucha desigual, al ser las tropas moras mucho más numerosas, tras la breve lucha, los cristianos son hechos prisioneros y se encaminan hacia el núcleo de la población, una vez en la plaza del santo, los moros violentan las puertas de la ermita, y "arrasan" todo lo que se encuentra a su paso, los cristianos que no han sido "muertos" en la encarnizada lucha, son hechos prisioneros y llevados a Granada.
El domingo por la mañana, se celebra la entrega de rehenes, Abu-l-Hassan Alí (Muley Hacén) recibe los presentes del Comendador de la villa y procede a la liberación, basada en un hecho histórico, ya por la tarde se da por finalizada la conmemoración con un gran desfile con la participación de todos los grupos festeros acompañados de bandas de música y percusión.
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